Desde una edad muy temprana, Iván Ruiz Barranco supo que quería dedicar su vida a la enseñanza. Nació y se educó en una familia donde la transmisión de conocimientos se considera un valor fundamental para la evolución humana. A sus 32 años, Iván tiene una amplia trayectoria profesional ya que lleva más de una década enseñando inglés como segunda lengua.
Pregunta – La formación está evolucionando mucho, ¿qué metodología recomienda?
Respuesta – Existen innumerables tipos de metodología que tienen en cuenta a un tipo de alumnado y contenido concreto. Personalmente, creo que no existe una metodología universal o infalible. El docente debe ser capaz de adaptarse en todo momento a las necesidades del alumnado y a la consecución de objetivos.
Desde mi humilde opinión, en la enseñanza de idiomas se debe seguir una metodología eminentemente práctica. Sí, es importante estudiar gramática, pero desde una perspectiva de descubrimiento guiado. Como profesor, en lugar de bombardear al alumno con interminables listas de vocabulario o tediosas parrafadas sobre reglas gramaticales. Considero que el alumno debe ser responsable de conocer dichos contenidos a través de una práctica exploración a manos de un buen guía: el docente.
P – ¿Cuál es la clave para aprender bien un idioma?
R – Sin lugar a duda, el aprendizaje de un idioma se basa en dos pilares fundamentales: la constancia y la motivación personal. Todo el mundo sabe que aprender un idioma desde cero y dominarlo no es una tarea sencilla. Hay personas que optan por una experiencia inmersiva total, yéndose a trabajar al extranjero o contratando cursos en países de habla inglesa.
No obstante, muchos alumnos me preguntan ¿se puede aprender a hablar inglés sin tener que irse al extranjero? La respuesta es indudablemente sí.
Sin embargo, ello conlleva un ejercicio personal de responsabilidad y compromiso, que no se limita exclusivamente a las 2 horas que el alumno acude al centro para su lección diaria.
Como dijo Richard Whately: “Enseñar a quien no quiere aprender, es como sembrar un campo sin ararlo.”
P – ¿Cuánto tiempo se necesita para avanzar de nivel?
R – Esta es una pregunta que me hacen 8 de cada 10 de mis alumnos y mi respuesta es siempre la misma: todo depende del tiempo que se le dedique a la materia y del compromiso personal.
Un alumno qué además de asistir religiosamente a clase, continúa su formación leyendo de forma autónoma, viendo documentales, películas o series y viaja de forma periódica con el único objetivo de practicar lo aprendido es evidente que su curva de aprendizaje será notablemente mayor que la de un alumno que se limita a practicar las dos, tres o cuatro horas de lección semanales.
P – ¿Por qué en España hay un nivel tan bajo de dominio de los idiomas? Con el inglés hemos mejorado últimamente pero aún sí estamos a la cola de Europa y del mundo.
R – Lamentablemente, es un denominador común en los países latinos del sur-oeste de Europa como Francia, Italia o Grecia. El sistema educativo de sendos países, sumado a la priorización de otras materias sobre el aprendizaje de esta lengua de origen germánico, ha tenido, durante años, un grave impacto en el nivel educativo de los ciudadanos españoles.
A día de hoy, de acuerdo con el INE (Instituto Nacional de Estadística), tan solo un 35,5% de la población adulta en España habla inglés.
P – ¿Qué opina de las nuevas tecnologías aplicadas a la formación? Cada vez son más las opciones de formación a través de plataformas online y videoconferencia. ¿Son una buena apuesta?
R – Yo utilizo constantemente nuevas tecnologías y aplicaciones en mis clases para adaptarme a esta corriente incesante. Sin embargo, aunque considero que videoconferencias u otras aplicaciones informáticas son excelentes herramientas de aprendizaje para ciertos supuestos de enseñanza, no todo se puede hacer (al menos con la misma eficiencia) a través de una pantalla.
P – ¿Qué consejos daría a aquellas personas que hoy, por ejemplo, deciden aprender un idioma?
R – Lo primero sería fijarse objetivos realistas, alcanzables y progresivos. Hay alumnos que no toman en consideración la materia y se fijan objetivos que están fuera de su prisma por lo que acaban frustrándose y, por ende, fracasando. Se debe ser realista, y una vez siendo consciente de nuestras limitaciones, hay que luchar día a día por aprender y mejorar un poco más.
Además de lo anterior, siempre les recomiendo pequeños gestos como seleccionar inglés como idioma en su teléfono móvil, tablet u ordenador o leer libros o prensa en inglés y por supuesto empezar a consumir cultura exclusivamente en inglés. Se acabo eso de ver películas de habla inglesa dobladas al castellano.
P – ¿Cómo se imagina la formación dentro de una década?
R – Es algo en lo que pienso constantemente. Con el avance de las nuevas tecnologías, creo que el factor humano va a ir perdiendo peso paulatinamente. Hay alumnos que me dicen: “Profesor, en unos años, no necesitaremos aprender idiomas, porque tendremos aparatos o aplicaciones que nos traduzcan en tiempo real”.
Y yo les contesto: “No me cabe duda. Pero como todo en la vida, prefiero ser capaz de hacer algo por mí mismo y no depender de una máquina”.
P – La labor docente es fundamental en la evolución de los alumnos. ¿Cómo organiza una clase?
R – Sin entrar en muchos tecnicismos pedagógicamente hablando, diré que la clave del éxito es programar y planear adecuadamente. La improvisación es y debe ser nuestro gran enemigo. Claro que puede haber y habrá problemas aún habiendo realizado un plan, pero un buen profesor debe anticiparse a los mismos. Es importantísimo ser creativo y original a la hora de secuenciar los contenidos porque somos humanos y lo repetitivo se hace anodino.
P – ¿El docente tiene que reciclarse, es decir, tiene que formarse día a día?
R – Sin lugar a duda, desde que acabé mi formación universitaria, no he parado ni un solo momento de hacer cursos y de seguir aprendiendo nuevas metodologías e ideas que pueda implementar en mis lecciones.
Me compadezco de aquel docente que cree que lo sabe todo y que no necesita aprender más, pero, sobre todo, me compadezco de los alumnos de aquel.
P – ¿Qué opina del bilingüismo en la escuela, desde edades tempranas?
R – Que es uno de los grandes logros del sistema educativo en España. Aunque empezó tarde, creo que el sistema educativo español va por el buen camino. No obstante, en muchos casos este bilingüismo es una falacia, pues solo se da en algunas materias y por profesores que no tienen la formación o el nivel adecuado para impartirlas adecuadamente.
P – ¿Y de las experiencias de inmersión lingüística?
R – Que toda persona que quiera aprender un idioma debe hacerlo, aunque sea algo temporal. El hecho de verse inmerso completamente en una sociedad que gira alrededor de otra lengua cambia nuestra concepción y nuestra motivación a la hora de aprender el idioma.
P – ¿Importa la edad para aprender idiomas?
R – Es innegable que un niño que adquiere el idioma a una edad muy temprana, lo va a hacer de una manera mucho más natural que un adulto. Las barreras de adquisición de la lengua son obvias, es un hecho probado científicamente.
No obstante, un adulto puede aprender un segundo idioma y un tercero, siempre que se le dedique el tiempo necesario. Tener un buen profesor ayuda.