Cambridge Institute tiene también desplegada su metodología de formación en los colegios. Desde hace ya varios años, la escuela de idiomas está asentada en los colegios públicos de Madrid donde imparte actividades extraescolares para menores de Infantil y Primaria, entre las que destaca especialmente el inglés. Con una metodología diferente y divertida, Cambridge Institute acerca a los niños la enseñanza del idioma a través de juegos y talleres que ayudan a los alumnos a mantener la atención y a fijar conocimientos.
La oferta de extraescolares se amplía también a otras actividades, como las deportivas, las ludotecas o las clases de manualidades. En estos casos, Cambridge Institute también oferta la opción de convertir estas clases en pequeñas experiencias de inmersión lingüística donde la presencia del inglés esté garantizada. Por ejemplo, mientras un grupo de alumnos juega al balonmano, el monitor les introduce en la enseñanza del inglés aprendiendo vocabulario relacionado con la actividad o expresiones típicas.
La presencia del inglés en las aulas también es una apuesta de Cambridge Institute en periodos no lectivos. La escuela de idiomas organiza en las vacaciones escolares (Verano, Navidad y Semana Santa) campamentos urbanos de inglés, que cumplen la doble función de conciliar vida familiar y laboral; y de aprender inglés mientras los niños se divierten. En estos casos, se organizan actividades temáticas por semanas y todos los talleres versan sobre el tema seleccionado, mezclando actividades divertidas con pequeñas experiencias de inmersión lingüística. Los alumnos se organizan por edades en grupos reducidos, y diferenciados por etapas educativas.
Los primeros años de vida de un niño son clave. En este período vital se generan muchas conexiones neuronales que, posteriormente, se traducirán en aprendizaje y desarrollo de habilidades sociales, emocionales, motoras, cognitivas y lingüísticas. Según explicó la directora de Cambridge Institute, Bella González Serrano, “aprender un segundo idioma desde niño es mucho más fácil que a edades adultas, pues el aprendizaje sucede en un contexto natural no formal, con metodologías implícitas y una gran cantidad de input relevantes para el menor”, señaló Serrano. Y es que los niños aprenden por imitación y observación: escuchando a los mayores, imitando sus palabras, sus expresiones, sus gestos y, en definitiva, el lenguaje corporal. A la vez que aprenden las palabras y las expresiones, los niños registran cómo se pronuncia y cómo se entona, dependiendo del idioma que estén empleando. Este aspecto es fundamental, y distingue a un hablante nativo o totalmente bilingüe, de un hablante que ha aprendido la segunda lengua a una edad adulta.